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Para la Organización Internacional del Trabajo, los jóvenes son los que más sufren las dificultades económicas provocadas por la pandemia del coronavirus. Por eso, algunos expertos ya utilizan el término “generación confinada” para hablar de la situación que viven estos jóvenes.
Uno de cada seis jóvenes ha perdido sus ingresos desde el inicio de la pandemia. Además, para quienes tenían trabajo, se redujo la jornada laboral y, como consecuencia, hubo una caída en los salarios. Esta es una generación que estará marcada por las dificultades que el virus impone a la sociedad en su conjunto. La crisis económica resultante de la pandemia agrava la vulnerabilidad a la que ya se enfrentaban los jóvenes al ingresar al mercado laboral.
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Como consecuencia, como buena parte de los espacios educativos tuvieron que paralizar sus actividades debido a la pandemia, esto puede ocasionar que algunos jóvenes tengan retrasos en sus estudios, ya que no podrán asistir al área académica. En este sentido, la organización mundial del trabajo muestra que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus tiene un impacto muy grande en los jóvenes, ya que destruye empleos y educación, además de anular la posibilidad de que los jóvenes ingresen al mercado laboral.
La situación actual de la generación confinada
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Antes de la crisis financiera provocada por el coronavirus, la tasa de paro juvenil era del 13%. En América Latina, el índice es del 17%, lo que muestra cómo este grupo social es vulnerable. De modo que una parte importante de los jóvenes sospecha y tiene miedo del futuro. Esto hace que muchos de ellos desarrollen enfermedades como ansiedad y depresión.
Además, buena parte de los jóvenes que tenían trabajos formales con baja remuneración o estaban insertados en el mercado laboral informal. De modo que el 75% de los jóvenes económicamente activos trabajan en un área de la economía informal. Entonces, este modelo de trabajo no da acceso a ningún beneficio de protección social que los países estén ofreciendo durante el período de adversidad financiera.
Ante este escenario, la organización mundial del trabajo sugiere que los países apliquen políticas públicas que han sido implementadas luego de tiempos de dificultades económicas. La institución dice que debido a las circunstancias actuales, el Estado necesita actuar con urgencia con un enfoque en los jóvenes que son los más vulnerables en medio de la crisis.
Así, según la Organización Mundial del Trabajo, corresponde a los países tomar medidas para proteger la economía y permitir que los jóvenes tengan un lugar en el mercado laboral.