Impactos económicos que resultan del coronavirus

La carrera para frenar la propagación del nuevo coronavirus podría verse frustrada por los estadounidenses temerosos de las grandes facturas médicas si se hacen la prueba, los trabajadores de bajos ingresos que pierden su salario si se toman tiempo libre cuando están enfermos, y dilemas similares que dejan a los Estados Unidos más vulnerables a la epidemia que los países con cobertura sanitaria universal y redes de seguridad más sólidas.

A medida que se difunde la prueba del virus, los expertos en atención de la salud predicen que algunas personas con enfermedades similares a la gripe -o las que pueden haber estado expuestas- evitarán averiguar si se han infectado porque no tienen seguro o porque tienen planes de salud que les imponen gran parte del costo de su atención.

Asegurarse de que las personas adecuadas se hagan las pruebas, y mantenerlas alejadas de los demás si están infectadas, es crucial para ayudar a disminuir la propagación del virus dentro de las comunidades, ya que aparece en un número cada vez mayor de estados.

Ahora que los funcionarios federales de salud han resuelto los problemas iniciales de la prueba en sí y han permitido que más laboratorios participen en la búsqueda de la infección, este trabajo de pruebas y cuarentena es la segunda etapa esencial. Sin embargo, el gobierno aún no ha empezado a decir a los estadounidenses a dónde ir para las pruebas, y ni las aseguradoras públicas ni privadas están cambiando sus reglas para proteger a la gente de los cargos relacionados con las pruebas.

Algunos preparados recomendados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades son incompatibles con la forma en que funcionan los beneficios. Los funcionarios han instado a la gente a mantener un suministro adecuado de sus medicamentos de rutina en caso de que terminen en cuarentena. Pero las compañías de seguros rara vez permiten reabastecerse hasta que el paciente casi se queda sin pastillas. La agencia también insta a las personas con enfermedades respiratorias a que se queden en casa y no vayan al trabajo. Pero al no haber requisitos federales de licencia por enfermedad, algunos expertos predicen que el virus se propagará más rápidamente.

Para una epidemia internacional que se extiende rápidamente, el sistema de atención de la salud del país y los beneficios de muchos trabajadores «ciertamente no están diseñados de manera óptima», señaló Sabrina Corlette, profesora de investigación del Centro de Reformas de Seguros de Salud de la Universidad de Georgetown.

Los fondos federales cubren el costo de la prueba de coronavirus en sí cuando se realiza en laboratorios de salud pública federales, estatales o locales. Pero eso cambia a medida que los laboratorios académicos y comerciales se involucran. En ninguno de los dos casos el gobierno amortigua las facturas de las visitas al consultorio médico, al centro de atención de urgencia o a la sala de emergencias, aunque casi la mitad de los 160 millones de estadounidenses con seguro a través de sus empleos tienen planes de salud con altos deducibles.

«Los deducibles están diseñados para hacer que la gente se lo piense dos veces antes de ir al médico si se siente enferma», dijo Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de políticas de salud de la Kaiser Family Foundation, una organización de investigación de la salud. «En una pandemia potencial, lo último que se quiere es que la gente se lo piense dos veces antes de ir al médico».

America’s Health Insurance Plans, el principal grupo comercial de la industria, ha publicado una guía llamada «Manteniendo a los americanos a salvo del Coronavirus«. La declaración dice que las aseguradoras están «monitoreando cuidadosamente el sistema» y trabajando con el CDC para compartir información.

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Pero no insta a las compañías de seguros a eliminar los gastos de bolsillo para las pruebas o para las visitas a médicos o clínicas por enfermedades respiratorias, diciendo que los planes de salud pueden querer determinar «si se necesitan cambios de política para asegurar que las personas obtengan los cuidados esenciales».

Thomas Inglesby, director del Centro de Seguridad de la Salud de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, dijo que eliminar el desincentivo financiero para hacerse la prueba «tiene que estar en la parte superior de la lista» de problemas que los funcionarios federales de salud abordan.

Inglesby dijo que otros países, incluyendo las democracias occidentales con sistemas de atención médica financiados por el gobierno, no han estado publicando completamente sus estrategias de pruebas. Pero dijo: «Los países donde los pacientes podrían recibir grandes facturas por las pruebas de diagnóstico tendrán problemas adicionales para identificar a las personas».